1151 - Jeremías 3-6. Exhortación al arrepentimiento. Jer 3:14

Descansando en Dios - En podcast av Francisco Atencio

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1151 – Jer 3:14 – Jeremías 3-6. Exhortación al arrepentimiento.  Convertíos, hijos rebeldes, dice Jehová, porque yo soy vuestro esposo; y os tomaré uno de cada ciudad, y dos de cada familia, y os introduciré en Sion;Judá había observado las consecuencias que resultan de la infidelidad a Dios, pues hacía menos de 150 años que por ese motivo el imperio Asirio había destruido a Israel, el reino del norte. A pesar de su ejemplo, siguieron el mismo camino y no se arrepintieron. Por eso merecían un castigo todavía más severo que el de Israel. En esta advertencia se puede notar que no hay nada nuevo en el mensaje profético. Se repite lo establecido por Moisés en Deuteronomio capítulos 28 al 30. El segundo mensaje de Jeremías es una profecía específica que probablemente fue dada en una época distinta a la del primer mensaje. Aun así, el contenido de esta profecía lógicamente se relaciona con Jer 2:1–3:5 y forma una conclusión muy apropiada a ese primer mensaje. A la luz del pecado de Judá, Dios convocó a la nación para que se arrepintiera. La profecía se fecha de forma aproximada en días del rey Josías. (Jer 11:1-8). Esta segunda profecía es estructurada en: Convocatoria al arrepentimiento (Jer 3:6-4:4). Advertencia del juicio inminente (Jer 4:5-31). Causas del castigo inminente (Jer 5). La certidumbre del juicio inminente (Jer 6). “Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo… Sed salvos de esta perversa generación.” (Hch 2:38, 40).1. Convocatoria al arrepentimiento (Jer 3:6-4:4). “Ella vio que por haber fornicado la rebelde Israel, yo la había despedido y dado carta de repudio; pero no tuvo temor la rebelde Judá su hermana, sino que también fue ella y fornicó. Y sucedió que por juzgar ella cosa liviana su fornicación, la tierra fue contaminada, y adulteró con la piedra y con el leño. Con todo esto, su hermana la rebelde Judá no se volvió a mí de todo corazón, sino fingidamente, dice Jehová.” (Jer 3:8-10). Jehová reveló a Jeremías la historia de dos hermanas: Israel y Judá. Israel, el reino del norte, había cometido adulterio (fornicación) en todo monte alto y debajo de todo árbol frondoso de la tierra, mostrando lo extenso de la adoración idolátrica. Así que, Dios pide que se arrepientan: “Vuélvete, oh rebelde Israel, dice Jehová; no haré caer mi ira sobre ti, porque misericordioso soy yo, dice Jehová, no guardaré para siempre el enojo.” (Jer 3:12). Jeremías hizo una pausa en su condena del pecado para dar un mensaje de arrepentimiento y esperanza. Nos traslada al milenio en Jer 3:12-18. Dios prometió: Reunir a un remanente (tercer éxodo, Jer 3:14-15). Dará pastores (líderes; Jer 3:15; 10:21; 22:22; 23:1–2, 4) con un liderazgo según el corazón de Dios. Se multiplicarán grandemente como nación (Jer 3:16; Dt 30:5, 9). La casa de Judá y la casa de Israel quedarán unidas como una sola nación (Jer 3:18; 31:31-33; Ez 37:15-28). Pero el arrepentimiento debía ser auténtico. (Jer 3:22 - 4:2). Jeremías utilizó dos metáforas para mostrar la necesidad de arrepentirse. (Jer 4:3-4). La primera se relaciona con la agricultura. Así como un sembrador jamás siembra su semilla en un campo no arado, Dios tampoco planta su semilla de bendición en corazones no arrepentidos. La segunda circuncidaos a Jehová, y quitad el prepucio de vuestro corazón. (Dt 10:16; 30:6; Jer 9:25-26; Ro 2:28-29). Si las naciones de Judá e Israel se arrepentían, serían benditas en el.