1148 - Jeremías. Introducción a Jeremías. Jer 1:4-5

1148 – Jer 1:4-5 - Jeremías. Introducción a Jeremías.  Vino, pues, palabra de Jehová a mí, diciendo: Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones.Jeremías su nombre quiere decir: "Jehová arroja", en el sentido de establecer un cimiento, o: "Jehová establece, coloca, o envía". Por eso Dios le dice: “Mira que te he puesto en este día sobre naciones y sobre reinos, para arrancar y para destruir, para arruinar y para derribar, para edificar y para plantar.” (Jer 1:10). Jeremías fue el principal profeta de Judá en los días previos, durante y después a su destrucción. El profeta Sofonías precedió a Jeremías y Habacuc fue contemporáneo de este último. Al contrario que Isaías, Jeremías se centrará sobre todo en la caída de Jerusalén. El mensaje de consolación va a llegar a un punto en que ya no advierte nada. Jeremías fue la antorcha resplandeciente que junto con Ezequiel en Babilonia, puso de manifiesto la oscuridad del pecado de Judá por medio de la luz de la palabra de Dios. Algunos colocan el apodo del profeta llorón a Jeremías, pero es más conocido por el profeta del corazón compasivo. Jeremías relata más de su propia vida que cualquier otro profeta, contando de su ministerio, las reacciones de sus auditorios, sus pruebas y sus sentimientos personales. Pasajes más conocidos: El sermón del templo (Jer 7) y el nuevo pacto (Jer 31:31-34). Vamos a ver al profeta más sincero y personal. Que aparentemente fracasara nos ayuda a meditar en qué es el ministerio y qué es el éxito en el ministerio. Se encontrará solo y abandonado. Y solamente años después de su muerte se confirmó lo que había dicho. A pesar de parecer un profeta de malas noticias, en realidad es quien mantuvo la esperanza: “Porque así dijo Jehová: Cuando en Babilonia se cumplan los setenta años, yo os visitaré, y despertaré sobre vosotros mi buena palabra, para haceros volver a este lugar. Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.” (Jer 29:10-11). Jeremías estaba apuntando a un momento de purificación que daría paso a un Nuevo Pacto cumplido por Jesucristo al afirmar: “porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados.” (Mt 26:28).1. Autor y fecha. (Jer 1:1-2). “Las palabras de Jeremías hijo de Hilcías, de los sacerdotes que estuvieron en Anatot, en tierra de Benjamín. Palabra de Jehová que le vino en los días de Josías hijo de Amón, rey de Judá, en el año decimotercero de su reinado.” Jeremías profetiza unos 40 años, durante el reinado de cinco reyes de Judá. Antes de la destrucción del Templo y de que la ciudad fuese quemada y arrasada, un joven Jeremías de 20 años de edad aparecerá en el año 626 a.C., reinado de Josías, 100 años después de las profecías de Isaías, y finalizando el ministerio alrededor del 587 a.C. con el último rey Sedequías.2. Estructura y contenido. La historia de Jeremías es de valentía, fidelidad y devoción. El corazón de Jeremías se rompía de dolor al predicar el mensaje dado por Dios y lloraba por la decadencia espiritual de la nación demostrando un corazón compasivo. Los mensajes de Jeremías muestran cuadros de: El pecado de su pueblo. El invasor a quien Dios enviaría. Los rigores del sitio a Jerusalén durante 2.5 años. Y las calamidades de destrucción de Jerusalén.