1122 - Isaías 9. Primera y segunda venida de Cristo. Is 9:6
Descansando en Dios - En podcast av Francisco Atencio
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1122 – Is 9:6 – Isaías 9. Primera y segunda venida de Cristo.Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz. Dios continua a través del profeta Isaías el mensaje de Emanuel, Dios con nosotros. La luz venidera (Is 9:1b–7). El pueblo debía cobrar ánimo, porque vendría la luz, el Mesías, que triunfaría sobre las tinieblas. La noche de la opresión pasaría cuando viniera el Rey. El cumplimiento de esta profecía tendría dos aspectos: El ministerio de Cristo en su primera venida (Is 9:1b–2). Mateo 4:15-16 y Lucas 1:79 relacionan esta predicción a la obra de Jesús, la luz del mundo. “Por la entrañable misericordia de nuestro Dios, con que nos visitó desde lo alto la aurora, para dar luz a los que habitan en tinieblas y en sombra de muerte; para encaminar nuestros pies por camino de paz.” (Lc 1:78-79). El enfoque está en la liberación espiritual. La liberación física y nacional, se consumará en la segunda venida de Cristo cuando Él derrote a todos sus enemigos y establezca su reino de justicia y paz (Is 9:3–7). Sigue con advertencias del juicio de Dios (Is 9:8–10:4). Luego de la promesa en el futuro de la venida del Mesías, el profeta regresa a su época con cuatro mensajes distintos (Is 9:8-12,13-17,18-21;10:1-4), los cuales señalan los pecados de la nación y cada una termina con la advertencia: “Ni con todo eso (esto) ha cesado su furor, sino que todavía su mano está extendida” (Is 9:12b, 17b, 21b; 10:4b). Los tres primeros mensajes se dirigen a Israel, el reino del Norte; el cuarto parece estar dirigido a Judá. La advertencia repetitiva de Isaías es semejante a la advertencia repetitiva del profeta Amós dada a Israel “mas no os volvisteis a mí, dice Jehová.” (Am 4:6-12). I. Nacimiento del Mesías. Primera venida de Cristo (Is 9:1b-2). “Mas no habrá siempre oscuridad para la que está ahora en angustia, tal como la aflicción que le vino en el tiempo que livianamente tocaron la primera vez a la tierra de Zabulón y a la tierra de Neftalí; pues al fin llenará de gloria el camino del mar, de aquel lado del Jordán, en Galilea de los gentiles.” El tiempo de oscuridad y pesar para Zabulón y Neftalí por el castigo de Dios (Is 8:22) pasaría cuando viniera la luz del evangelio de Cristo quien afirma: “Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.” (Jn 8:12). Usando un típico paralelismo hebreo, el profeta describe el efecto de la presencia del Mesías en la parte norte de Israel. “El pueblo que andaba en tinieblas vio gran luz; los que moraban en tierra de sombra de muerte, luz resplandeció sobre ellos.” (Is 9:2). Mateo aplicó este pasaje a Jesús, quien empezó y pasó más tiempo de su ministerio de predicación y sanidad en esa región (Mt 4:15-16). Desde entonces comenzó Jesús a predicar, y a decir: “Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado.” (Mt 4:17). II. Reinado del Mesías. Segunda venida de Cristo (Is 9:3-7). “Porque todo calzado que lleva el guerrero en el tumulto de la batalla, y todo manto revolcado en sangre, serán quemados, pasto del fuego.” (Is 9:5). Cuando venga el Mesías (Jesucristo) por segunda vez, habrá alegría y gozo porque los equipos de guerra serán destruidos ya no se necesitarán en su reinado de justicia y paz universal. Jesucristo “juzgará entre las naciones, y reprenderá a muchos pueblos; y volverán sus espadas en rejas de arado, y sus lanzas en hoces; no alzará espada nación contra nación, ni se adiestrarán más para la guerra.” (Is 2:4).
